Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro.
El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras.
Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir.
Las palabras, cera; las obras acero.
La belleza vale más que cualquier carta de recomendación.
Las virtudes más grandes son aquellas que más utilidad reportan a otras personas.
Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.
La felicidad reside en el ocio del espíritu.
El hombre es por naturaleza un animal político.