Cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres, tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia.
Los placeres son como los alimentos: los más simples son aquellos que menos cansan.
Los placeres del mundo son nuestro único alimento. La última gota nos mantiene todavía vivos.
Como se sabe, los negocios pueden dar dinero, pero la amistad raramente lo hace.
Me maravillo a menudo de que la historia resulte tan pesada, porque gran parte de ella debe ser pura invención.
La felicidad en el matrimonio depende enteramente de la suerte.
He sido un ser egoísta toda mi vida, no en teoría, pero sí en la práctica.
Nadie se queja de tener lo que no se merece.