La cortesía da más lustre al que la prodiga que al que la recibe.
Las pequeñas cortesías endulzan la vida; las grandes la ennoblecen.
Difícil es decir cuánto concilia los ánimos humanos la cortesía y la afabilidad al hablar.
La cortesía es como el aire de los neumáticos: no cuesta nada y hace más confortable el viaje.
Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.
Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él.
No hay cosa que haga más daño a una nación como el que la gente astuta pase por inteligente.
Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer.