El derecho a tener derechos o el derecho de cada individuo a pertenecer a la humanidad debería ser garantizado por la misma humanidad.
El derecho y el deber son como las palmeras: no dan frutos si no crecen uno al lado del otro.
El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.
El derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos.
Nos batimos más por nuestros intereses que por nuestros derechos.
Una gran sonrisa es un bello rostro de gigante.
Todo el universo visible es un vivero de imágenes y símbolos a los que la imaginación da un puesto y un valor relativos.
Espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de sí mismo.
La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza.
Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al principe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.