Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.
El perdón es un puñado de sentimientos que a veces nos acaricia cuando el alma llora.
Un débil puede combatir, puede vencer; pero nunca puede perdonar.
Vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonando, se muestra superior a él.
Los hombres que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutarán de sus grandes virtudes.
El amor es como los niños recién nacidos, hasta que no lloran no saben si viven.
Hay artistas que prefieren pasar por genios a pasar por estudiosos. Yo no he estudiado nunca, dicen, yo no sé cómo pinto, yo no sé cómo escribo. No lo creáis, son coqueterías de artista. El genio es una gran paciencia y el premio de un gran trabajo.
El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.
La admiración no interroga nunca, con admirar comprende.
Mujeres: no os enamoréis nunca de un hombre de genio porque al genio, en casa, sólo le queda el mal genio.