El que teme padecer padece ya lo que teme.
El que teme sufrir, sufre de temor.
Teme al hombre de un solo libro.
Quien todo lo puede ha de temerlo todo.
No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo.
Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera.
El honor es una isla escarpada y sin riberas: El que ha caido de ella, no puede volver a subir.
Todos los hombres están locos y, pese a sus cuidados, sólo se diferencian en que unos están más locos que otros.
Haceos con amigos dispuestos a censuraros.
En una palabra: para parecer un hombre honrado, lo que hace falta es serlo