Una triple bendición son nuestros amigos: vienen, se quedan y se van.
El amigo debe ser como la sangre, que acude a la herida sin esperar que lo llamen.
Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo.
De ningun bien se goza en la posesión, sin un compañero.
En la prosperidad nuestros amigos nos conocen; en la adversidad los conocemos a ellos.
Me llamas tu vida, llámame tu alma; porque el alma es inmortal, y la vida es un día.
Hay que vivir como se piensa, si no se acaba por pensar como se ha vivido.
En amor todo ha terminado desde el día en que uno de los dos amantes piensa que sería posible una ruptura
Me llamas tu vida, llámame tu alma; porque el alma es inmortal, y la vida es un dia