La única simplicidad que vale la pena conservar es la del corazón, la simplicidad que acepta y goza.
Los placeres sencillos son el refugio último de los hombres complicados.
La sencillez consiste en hacer el viaje por la vida, sólo con el equipaje necesario.
En carácter, en comportamiento, en estilo, en todas las cosas, la suprema excelencia es la sencillez.
Ningún tesoro es tan indiscutiblemente hermoso que la costumbre o la falta de cariño no puedan robarle el brillo de lo valioso; por eso me parece un arte encomiable entregarles también a las cosas cercanas y corrientes la dedicación y el cariño que concedemos a las bellezas lejanas y apartadas.
Los amores mueren de hastío, y el olvido los entierra.
Cuanto más se acerca uno a los grandes hombres, más cuenta se da de que son hombres.
Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros.