El hombre que no tiene otra cosa de que gloriarse sino de sus ilustres antepasados, es como la patata, que lo único bueno que tiene está bajo tierra.
Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.
De mis ancestros conservo los ojos celestes, el cerebro estrecho y la imprudencia de la lucha.
Las grandes aflicciones jamás han enseñado, y mientras dure el mundo jamás enseñarán ninguna buena lección a parte alguna de la humanidad. Las miserias extremas, igual que las más grandes dichas, dejan ciegos a los hombres.
La primera y la más simple emoción que descubrimos en la mente humana es la curiosidad.
Cuida tu ambición. Puede volar pero también arrastrarse.
Nunca puedes planear el futuro a través del pasado.
La superstición es la religión de las mentes débiles.