La superstición trae mala suerte.
La superstición en que fuimos educados conserva su poder sobre nosotros aun cuando lleguemos a no creer en ella.
Me opongo a toda superstición, sea musulmana, cristiana, judía o budista.
El nacimiento de la ciencia fue la muerte de la superstición.
Las grandes aflicciones jamás han enseñado, y mientras dure el mundo jamás enseñarán ninguna buena lección a parte alguna de la humanidad. Las miserias extremas, igual que las más grandes dichas, dejan ciegos a los hombres.
Las personas que nunca se preocupan por sus antepasados jamás mirarán hacia la posteridad.
La primera y la más simple emoción que descubrimos en la mente humana es la curiosidad.
Cuida tu ambición. Puede volar pero también arrastrarse.
Nunca puedes planear el futuro a través del pasado.