Salen errados nuestros cálculos siempre que entran en ellos el temor o la esperanza.
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo.
Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
Es ignorancia no saber distinguir entre lo que necesita demostración y lo que no la necesita.
Los hombres fácilmente se persuaden de que es falso, o al menos dudoso, aquello que no desearían que fuese verdadero.
La educación es la base de la felicidad de las naciones, de las familias y de los individuos: La educación hace buenos padres, buenos hijos y buenos ciudadanos.
He aprendido mucho más de mi única derrota que de todas mis victorias.
Lo mismo que el hierro se oxida por falta de uso y el agua estancada se vuelve putrefacta, también la inactividad destruye el intelecto.