Hay una cierta honradez, una cierta sinceridad, que pertenece al género indisimulable.
No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón.
Nunca cierres los labios a quienes has abierto el corazón.
Todo hombre es sincero a solas; en cuanto aparece una segunda persona empieza la hipocresía.
Las palabras van al corazón, cuando han salido del corazón.
El hombre que no puede admirar nada, y que de ordinario no se maravilla de nada prosternándose en muda adoración..., es como unos lentes sin ojos detrás.
La mejor característica de un libro es que provoque reacciones en el lector y le empuje a actuar.
La esencia del humorismo es la sensibilidad, una simpatía cálida y tierna hacia todas las formas de la existencia.
De nada le sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único bueno que puede hacer es intentar mejorarlos.
La educación y la cortesía abren todas las puertas.