Nuestra felicidad se hace a veces con las cosas que desdeñamos.
Todas las familias felices se parecen entre si, las infelices son desgracias en su propia manera.
La falsa felicidad vuelve duros y soberbios a los hombres, y no se comunica a otros. La felicidad verdadera los torna dulces y sensibles, y halla siempre manera de hacer nuevos participantes de ella.
Es menester, en cuanto esto sea posible, que fundamentéis la felicidad en vosotros mismos, y que encontréis en vuestro ser el equivalente de los bienes que la fortuna os ha rehusado.
Si nos bastase con ser felices, pronto lo conseguiríamos; pero queremos ser más felices que los demás, y ello es muy difícil, tanto más cuanto que consideramos a aquéllos mucho más felices de lo que en realidad son.
En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos.
Yo sé que la muerte no resuelve nada, que todos los problemas hay que resolverlos de pie.
Ella no te necesita. Tiene tu recuerdo, que vale más que tú.
No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa.
Hablar poco, pero mal, ya es mucho hablar.