El hombre que no sufre es una máquina mal compuesta, una criatura defectuosa, un mutilado moral, un aborto de la naturaleza.
En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, del dolor fermentado; oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días.
Quien sabe de dolor, todo lo sabe.
Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.
El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.
Las coaliciones son siempre muy pujantes para derribar, pero son siempre impotentes para crear
Una vida en que no cae una lágrima es como uno de esos desiertos en que no cae una gota de agua: sólo engendran serpientes
Lo ideal, sentido con profundidad y expresado con belleza: he ahí el arte
La libertad es el instrumento que puso Dios en manos del hombre para que realizase su destino