Los hombres desaprueban, por lo común, lo que son incapaces de ejecutar.
La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer, bastaría para solucionar la mayoría de los problemas del mundo.
Uno no siempre puede hacer lo que quiere... Pero siempre tiene el derecho de no hacer lo que no quiere.
Empieza haciendo lo necesario, después lo posible, y de repente te encontrarás haciendo lo imposible.
No es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos, lo que convierte la vida en una bendición.
Si te propones algún día mandar con dignidad, debes servir con diligencia.
Lo único que quiero para mi entierro es no ser enterrado vivo.
El estilo es el ropaje del pensamiento; y un pensamiento bien vestido, como un hombre bien vestido, se presenta mejor.