En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas.
La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo.
Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia.
Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres
Entre una Iglesia accidentada que sale a la calle y una Iglesia enferma de autorreferencialidad, no tengo ninguna duda: prefiero la primera
Es un gran hombre el que hace que cada hombre se sienta pequeño. Pero, realmente, el único gran hombre es el que hace que cada hombre se sienta grande.
La única simplicidad que vale la pena conservar es la del corazón, la simplicidad que acepta y goza.
El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.
La aventura podrá ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo.
Admiramos las cosas por motivos, pero las amamos sin motivos.