Si el hombre alcanzara la mitad de los deseos que tiene, redoblaría sus inquietudes.
Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama.
Los deseos deben obedecer a la razón.
Sólo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos.
La Soledad es mala consejera, pero deseada, es la Paz mejor llevada.
Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida.
No desprecies a nadie: un átomo hace sombra.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un vaso sucio.
Escucha, serás sabio. El comienzo de la sabiduría es el silencio.