No hay camino para la paz; la paz es el camino.
Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados los Hijos de Dios.
La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón.
La paz comienza con una sonrisa.
Que tu pensamiento no rebase el tiempo presente; he aquí el secreto de la paz.
Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios.
El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.
Optimista es aquel que cree que todo está bien menos el pesimista; y, pesimista, aquel que cree que todo está mal, excepto él mismo.
El único modo de estar seguro de coger un tren es perder el anterior.
El pesimismo no consiste en estar cansado del mal, sino en estar cansado del bien. La desesperación no consiste en estar cansado del sufrimiento, sino en estar cansado de la alegría.