Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.
Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.
Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún remedio.
La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.
Una cosa es saber y otra saber enseñar.
Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos.