Si no se modera tu orgullo, él será tu mayor castigo.
Nuestro carácter nos hace meternos en problemas, pero es nuestro orgullo el que nos mantiene en ellos.
Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.
Entre todos los vestidos que yo he visto poner al orgullo, el que más me subleva es el de la humildad.
El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir.
Vivir para los demás no es solamente una ley de deber, sino también ley de felicidad.
Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos; nunca el interés forjó uniones de larga duración.
El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin.
Una mujer sin ternura es una monstruosidad social de la naturaleza; más aún que un hombre sin valor.
Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos, el interés jamás ha forjado uniones duraderas.