Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera.
Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.
Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.
Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún remedio.
Vivir para los demás no es solamente una ley de deber, sino también ley de felicidad.
Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos; nunca el interés forjó uniones de larga duración.
El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin.
Una mujer sin ternura es una monstruosidad social de la naturaleza; más aún que un hombre sin valor.
Mucho más que los intereses es el orgullo quien nos divide.