Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.
No seas duro en el juzgar a las personas. Piensa que todos somos más víctimas de una educación, de una ideología o de un carácter... que responsables de una mala voluntad.
Un hombre que juzga a otro hombre es un espectáculo que me haría estallar de risa si no me diese piedad.
Odio los juicios que sólo aplastan y no transforman.
Cuando más se juzga, menos se ama.
Sólo en la imaginación de los hombres encuentra toda la verdad una auténtica e innegable existencia. La imaginación, y no la invención, es la maestra suprema del arte y de la vida.
Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!.
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.
La fuerza de uno es solo un accidente que se deriva de la debilidad de los otros.
Dios es para los hombres y la religión para las mujeres.