El ojo recibe de la belleza pintada el mismo placer que de la belleza real.
La belleza complace los ojos; la dulzura encadena el alma.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.
¿No ves tú que, entre las humanas bellezas, un bellísimo rostro detiene a los transeúntes mejor que las riquezas que lo encuadran?
Reprende al amigo en secreto y alábalo en público.
Los que se enamoran de la práctica sin la teoría son como los pilotos sin timón ni brújula, que nunca podrán saber a dónde van.
Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo.
La sabiduría es hija de la experiencia.
Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias.