No esperamos ser ricos para ser fuertes: es precioso ser fuertes para ser ricos.
¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.
Los ricos que no saben usar sus riquezas son de una pobreza incurable, porque es pobreza de espíritu.
Jamás envidié la riqueza de un hombre, ni me sentí inferior a él. Sólo reconocí superioridad en quien me aventajaba en virtudes y conocimientos.
La igualdad en la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro ni ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse.
Cuando los hombres son puros, las leyes son inútiles. Cuando los hombres son corruptos, las leyes son rotas.
La sabiduría de los sabios y la experiencia de los siglos pueden condensarse con las citas.
Nunca discutas. Si en sociedad alguna persona difiere de tu modo de pensar, cambia de conversación.
La magia del primer amor consiste en nuestra ignorancia de que pueda tener fin.
Hay personas silenciosas que son mucho más interesantes que los mejores oradores.