Nada aborrezco más que la ingratitud

La vida no es demasiado corta como para no poner en práctica las reglas de la cortesía

Hasta en una declaración de guerra deben observarse las reglas de urbanidad

Infelices poned remedio a este mal modo de recibir a los huéspedes; no todos los que vengan serán Catones, embotad con el buen trato su autoridad y poder, porque no suelen desear más que un pretexto para tomarse fuerza lo que no les da grado

No estés siempre dando órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto

Las armas del reino no se muestran al extranjero

Haz que la otra persona se sienta importante, y hazlo sinceramente

El hombre superior es cortés, pero no rastrero; el hombre vulgar es rastrero, pero no cortés

Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotros no seria insultante si estuviéramos apenados

La cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar, aún aquellos que nada poseen en el mundo