La más tonta de las mujeres puede manejar a un hombre inteligente, pero será necesario que la mujer sea muy hábil para manejar a un imbécil.
Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo.
Como individuo, la mujer es un ser endeble y defectuoso.
No se es amigo de una mujer cuando se puede ser su amante.
Una mujer que es amada siempre tiene éxito.
Prefiero los malvados a los imbéciles. Aquéllos, al menos, dejan algún respiro.
Se puede olvidar a Dios en los días felices, pero cuando el infortunio llega, siempre es preciso volver a él.
El matrimonio es una carga tan pesada que para llevarla hace falta ser dos, y a menudo tres.
Por bien que uno hable, si habla en demasía acabará diciendo alguna necedad.
El arte necesita o soledad o miseria o pasión. Es una flor de roca que necesita del viento áspero y del terreno duro.