Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones.
Cuando estamos muertos nos comen los gusanos, cuando estamos vivos nos comen las preocupaciones.
Nos consolamos con pequeñeces porque son menudencias las que nos afligen.
Las preocupaciones acaban por comerse unas a otras, y al cabo de diez años, se da uno cuenta de que se sigue viviendo.
Hoy es el mañana por el que te preocupabas ayer.
Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.
Haz que tu cabeza trabaje a favor tuyo y poco a poco adquirirás la costumbre de no molestarte cuando las cosas vayan mal.
El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho.
La fusión de dos personas en una da como resultado dos medias personas.
Lo que piensen de mi no es asunto mío.