Los que no tienen hijos ignoran muchos placeres, pero también se evitan muchos dolores.
Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros.
Sólo dos legados duraderos podemos dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
Amar a la madre de sus hijos es lo mejor que un padre puede hacer por sus hijos.
Sorprendernos por algo es el primer paso de la mente hacia el descubrimiento.
Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando.
La fortuna juega a favor de una mente preparada.
Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras.
Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas.