Jamás en la vida encontraréis ternura mejor y más desinteresada que la de vuestra madre.
Muchas maravillas hay en el universo; pero la obra maestra de la creación es el corazón materno.
La más bella palabra en labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía.
¿Cómo no amarte, madre, si me enseñaste a hablar tu lengua? ¿Si soy viento nacido de tu roca?
A una madre se la quiere siempre con igual cariño y a cualquier edad se es niño cuando una madre se muere.
Mi trabajo es cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande.
El elogio oportuno fomenta el mérito, y la falta de elogio lo desanima.
Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.
Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestros pies.
El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.