Por naturaleza, los hombres gustan de ver cosas nuevas y de viajar.
Como todos los grandes viajeros -dijo Essper- yo he visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto.
El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día.
Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte.
El que no sale nunca de su tierra está lleno de prejuicios.
La moda comienza y termina siempre por las dos cosas que más aborrece: la singularidad y la vulgaridad.
Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
El único vicio que no puede ser perdonado es el de la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es hipocresía en sí misma.
Las antipatías violentas son siempre sospechosas y revelan una secreta afinidad.
Grandes hechos suelen ser forjados con grandes riesgos