La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.
La televisión nos proporciona temas sobre los que pensar, pero no nos deja tiempo para hacerlo.
La pequeña pantalla es la barraca de feria donde el pueblo viene a ver las maravillas del mundo.
La televisión es maravillosa. No sólo nos produce dolor de cabeza, sino que además en su publicidad encontramos las pastillas que nos aliviarán.
Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.
La Biblia enseña a amar a nuestros enemigos como si fueran nuestros amigos, posiblemente porque son los mismos.