Hay artistas que prefieren pasar por genios a pasar por estudiosos. Yo no he estudiado nunca, dicen, yo no sé cómo pinto, yo no sé cómo escribo. No lo creáis, son coqueterías de artista. El genio es una gran paciencia y el premio de un gran trabajo.
Ya no hay artistas como los de antaño, de aquellos cuya vida y alma eran el instrumento ciego del apetito de belleza, órganos de Dios mediante los cuales se probaba a sí mismo su existencia. Para ellos el mundo no importaba. Nadie supo nada de sus dolores. Se acostaban tristes todas las noches y contemplaban la vida humana con una mirada de asombro, igual que nosotros contemplamos un hormiguero.
Hay millones de artistas que crean, sólo unos cuantos millones son aceptados, o, siquiera, discutidos por el espectador; y de ellos, muchos menos todavía llegan a ser consagrados por la posteridad.
El artista es mediocre cuando razona en vez de sentir.
Un intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado. Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple.
El único idioma universal es el beso.
Lo malo del amigo es que nos dice las cosas desagradables a la cara; el enemigo las dice a nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
Quien quiere a su madre no puede ser malo.
Lo más ofensivo que pueda lanzarte a la cara tu peor enemigo no se compara con lo que tus amigos más íntimos hablan de ti a tus espaldas.
No hay auténtico genio sin paciencia.