El que teme padecer padece ya lo que teme.
El que teme sufrir, sufre de temor.
Teme al hombre de un solo libro.
A menudo el temor de un mal nos lleva a caer en otro peor.
Quien todo lo puede ha de temerlo todo.
Un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir.
No hay revolución sin contrarrevolución.
La esencia misma de la democracia es una transacción, y por eso se refleja fielmente en las asambleas donde la voz de las minorías no se ahoga estérilmente ante la tiranía del poder. Los regímenes absolutos clausuran los Parlamentos porque tienen una concepción también absoluta del bien público, que detesta la transacción, como un cisma hecho a la exclusiva y excluyente verdad del poder
La guerra civil es el deporte nacional