Vive con tus inferiores de la manera que quisieras que tus superiores vivieran contigo.
Para hacerte agradable, debes ante todo olvidarte de ti mismo.
Sé amable, pues cada persona con la que te cruzas está librando su ardua batalla...
Rara vez se encuentra mucha amabilidad y agasajo en las personas que más nos quieren.
Para pasar por hombre amable basta con narrar bien y con no hablar nunca de sí mismo.
La sabiduría suprema es tener sueños lo bastante grandes para no perderlos de vista mientras los persigues.
Los que pueden actúan, y los que no pueden, y sufren por ello, escriben.
Un hombre es la suma de sus desdichas. Se podría creer que la desdicha terminará un día por cansarse, pero entonces es el tiempo el que se convierte en nuestra desdicha.
No te molestes en ser mejor que tus contemporáneos o tus predecesores, intenta ser mejor que tú mismo.
No podrás nadar hacia nuevos horizontes si no tienes el valor de perder de vista la costa.