La cólera no carece nunca de motivos, pero ésta rara vez es suficiente.
Para la cólera y el para el amor, todo lo que se aplaza se pierde.
La cólera es una ráfaga de viento que apaga la lámpara de la inteligencia.
Cuando llegue mi hora de morir, moriré; pero sabré dar la vida como un hombre que no le duele devolver el préstamo que se le ha hecho.
No pidas que lo que sucede suceda como deseas, sino desea que las cosas ocurran como ocurren, y serás feliz.
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar.
Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír.