Cuando el diablo está satisfecho, es una buena persona.
No se debe intentar contentar a los que no se van a contentar.
La satisfacción es la única señal de la sinceridad del placer.
Es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho.
La satisfacción es la muerte.
No se puede alcanzar una vida feliz sin la prudencia, la honestidad y la justicia; la prudencia, la honestidad y la justicia no pueden conseguirse sin el placer. Las virtudes, en efecto, nacen de una vida feliz, que a su vez es inseparable de las virtudes.
La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.
El que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado, aunque sea dueño del mundo.
No ha de ser dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida.
La necesidad es un mal, no hay necesidad de vivir bajo el imperio de la necesidad.