Amar es arriesgarse a que no le quieran. Esperar es arriesgarse a sentir dolor. Intentar es arriesgarse a fracasar. Pero hay que arriesgarse. Porque lo más peligroso en esta vida es no arriesgar nada.
Sin riesgos en la lucha, no hay gloria en la victoria.
Toda la gama de la experiencia humana es tuya, y puedes disfrutarla, si decides aventurarte en territorios que no te ofrecen garantías.
Toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores.
Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar.
Amar muchas cosas, porque en amar existe la verdadera fuerza y quien ama mucho logrará mucho, y lo que se hace con amor está bien hecho.
Sufrir sin quejarse es la única lección que debemos aprender en esta vida.
Se puede tener, en lo más profundo del alma, un corazón cálido, y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él.