Lo que no es útil para la colmena no es útil para la abeja.
Un pueblo oprimido tiene derecho a levantarse y a romper sus cadenas en cuanto pueda.
¡Ay de los pueblos gobernados por un Poder que ha de pensar en la conservación propia!
Hay pueblos a los que se les soborna con el nivel de vida para no se paren a pensar por dónde anda el nivel de su vida.
El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.
Más importa dar a los hombres buenas costumbres que leyes y tribunales.
El mayor peligro de los gobiernos es querer gobernar demasiado.
Las acciones pueden ser atroces, y las intenciones puras.
El gobierno no se ha hecho para la comodidad y el placer de los que gobiernan.
Para vivir existen tres métodos: mendigar, robar o realizar algo.