El que te habla de los defectos de los demás, con los demás hablará de los tuyos.
¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?
Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír.
El hombre padece pocos males, si se esceptuan los que él mismo se atrae por el abuso de sus facultades.
Un hombre sin defectos es un tonto o un hipócrita del que debemos desconfiar.
Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.
El signo más cierto de la sabiduría es la serenidad constante.
Mil rutas se apartan del fin elegido, pero hay una que llega a él.
Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje.
Es preciso prestarse a los otros, pero no darse sino a uno mismo.