He sido un hombre que busca y aun lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre.
Si bien buscas, encontrarás.
Los buscadores de oro cavan mucho y hallan poco.
Yo no busco, yo encuentro.
Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos
Cuando llegue mi hora de morir, moriré; pero sabré dar la vida como un hombre que no le duele devolver el préstamo que se le ha hecho.
No pidas que lo que sucede suceda como deseas, sino desea que las cosas ocurran como ocurren, y serás feliz.
La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad.
Así como hay un arte de bien hablar, existe un arte de bien escuchar.
Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír.