Cuando se quiere ser agradable en sociedad es preciso resolverse a permitir que muchas cosas que sabemos nos sean enseñadas por personas que las ignoran.
Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos.
La sociedad está compuesta de dos grandes clases: los que tienen más comida que apetito y lo que tienen más apetito que comida.
La sociedad es como el aire, necesario para respirar, pero no suficiente para vivir.
A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.
Es imposible hablar de tal manera que no se pueda ser malinterpretado
El marxismo murió de marxismo
Hay que estar contra lo ya pensado, contra la tradición, de la que no se puede prescindir, pero en la que no se puede confiar
Tenemos que hacer planes para la libertad, y no sólo para la seguridad, por la única razón de que sólo la libertad puede hacer segura la seguridad
Por lo tanto, debemos reclamar, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes