El hombre que pretende obrar guiado exclusivamente por la razón está condenado a obrar muy raramente.
Vale más hacer la cosa más insignificante del mundo que estar media hora sin hacer nada.
Los hombres de acción no tienen vida interior y, por lo mismo, no son desgraciados. Nunca es el acontecimiento exterior contrario lo que hace desgraciados a los hombres, sino el alma en pena que se les mueve dentro, viajera por mares extraños de pensamientos solitarios.
Juzgamos las acciones humanas no por lo que son, sino por el disgusto o el placer que nos causan.
Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello que arrepentirse de no haber hecho nada.
El que se arrepiente es como el que no ha pecado
Aquél que no agradece un pequeño favor, no agradecerá uno grande
Agradezcamos a los que nos benefician y beneficiemos a los agradecidos
El mejor de los hombres es aquel que hace más bien a sus semejantes
Facilitar una buena acción es lo mismo que hacerla