No hay desesperación tan absoluta como la que sobreviene en los primeros momentos de nuestra primera gran tristeza, cuando todavía no sabemos lo que es haber sufrido y recibir alivio, haber desesperado y recobrar la esperanza.
La desesperación es el resultado de pretender tomarse en serio la vida con todas sus bondades, la justicia y la razón, y de cumplir con sus exigencias.
No hay situaciones desesperadas; sólo hay hombres que se desesperan en determinadas situaciones.
Una situación se convierte en desesperada cuando empiezas a pensar que es desesperada.
No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.
El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas.
La manera de dar vale más que lo que se da.
Hay que tener buena memoria después de haber mentido.
Sin riesgos en la lucha, no hay gloria en la victoria.
El mentiroso siempre es pródigo en juramentos.