Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía.
El placer más seguro es el menos placentero.
Muchas personas se afanan tanto corriendo detrás del placer, que acaban pasando de largo.
El mejor placer de la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer.
El placer es como ciertas sustancias medicinales: para obtener constantemente los mismos efectos, hay que doblar la dosis, y la última conlleva la muerte o el embrutecimiento.
Nuestros sentidos nos engañan o son insuficientes, cuando se trata de análisis, observación y apreciación.
La realización conlleva la idea de que lo que sé es definitivo.
La imaginación no es más que el aprovechamiento de lo que se tiene en la memoria