Sólo el silencio, en efecto, hace posible la escucha, es decir, la recepción en sí no sólo de la Palabra, sino también de la presencia de Aquel que habla.
El silencio debiera ser la cualidad de aquellos a quienes faltan las demás.
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
El silencio es el abono que hace florecer y fructificar el alma.
Escucha, serás sabio. El comienzo de la sabiduría es el silencio.
Me gustaría emplear toda mi vida en viajar, si alguien me pudiera prestar una segunda vida para pasarla en casa.
La moda comienza y termina siempre por las dos cosas que más aborrece: la singularidad y la vulgaridad.
Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
El único vicio que no puede ser perdonado es el de la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es hipocresía en sí misma.
Las antipatías violentas son siempre sospechosas y revelan una secreta afinidad.