Los vicios vienen como los pasajeros, nos visitan como húespedes y se quedan como amor.
Ha sido mi experiencia que gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes.
Cuando los vicios nos dejan, nos envanecemos con la creencia de que los hemos dejado.
Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño.
Es más costoso alimentar un vicio que criar dos hijos.
Me gustaría emplear toda mi vida en viajar, si alguien me pudiera prestar una segunda vida para pasarla en casa.
La moda comienza y termina siempre por las dos cosas que más aborrece: la singularidad y la vulgaridad.
Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
El único vicio que no puede ser perdonado es el de la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es hipocresía en sí misma.
Las antipatías violentas son siempre sospechosas y revelan una secreta afinidad.