Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía.
El placer más seguro es el menos placentero.
Muchas personas se afanan tanto corriendo detrás del placer, que acaban pasando de largo.
El mejor placer de la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer.
El placer es como ciertas sustancias medicinales: para obtener constantemente los mismos efectos, hay que doblar la dosis, y la última conlleva la muerte o el embrutecimiento.
Es tan absurdo pretender que un hombre no puede amar siempre a la misma mujer, como pretender que un buen violinista no puede tocar siempre el mismo instrumento.
La mujer es la reina del mundo y la esclava de un deseo.
Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo de la misma manera que ellos.
La elegancia no consiste tanto en el traje como en el modo de llevarlo.
No existen grandes talentos sin gran voluntad.