La humanidad progresa lentamente, al modo de un río que sigue su propio curso, sin retroceder. El río corre hacia el mar, la Humanidad se dirige hacia algo más grande que ella.
La humanidad está constantemente en contacto con dos procesos contradictorios, uno que tiende a instaurar la unificación, mientras que el otro trata de mantener o restablecer la diversificación.
Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad.
Actúa de manera que trates a la humanidad tan bien en tu persona como en cualquier otra; siempre y al mismo tiempo como un fin, nunca simplemente como un medio.
Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular.
Únicamente nos ayuda aquel que nos hace comprender que las cosas pierden para nosotros su valor ficticio y su poder tiránico, tan pronto como llegamos a libertar de ellas nuestro espíritu.
La diferencia entre lo sutil y lo vulgar no está más que en tu ignorancia.
Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.
No es el martillo el que deja perfectos los guijarros, sino el agua con su danza y su canción.
La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos.