Antiguamente, cuando las fortunas se hacían en la guerra, la guerra era un negocio; ahora que las fortunas se hacen en los negocios, los negocios son una guerra.
El que quiera prosperar en sus negocios hágalos por sí mismo, y si quiere que todo le salga mal, no tiene más que confiarlos a manos ajenas.
Si el vino perjudica tus negocios, deja tus negocios.
Para hacer negocios no se requiere ingenio, basta con no tener delicadeza.
He aquí una regla fundamental en los negocios: házselo a los demás, puesto que ellos te lo harán a ti.
Estimule a sus colaboradores y tendrá participación en la compañía
Si usted no confía en sus ayudantes y no deja que sepan lo que está ocurriendo, ellos sentirán que usted no los considera realmente como socios
Divida las ganancias con sus colaboradores, y trátelos como socios. Ellos también lo tratarán como socio, y juntos tendrán un desempeño muy superior a las expectativas
Comunique todo lo que fuese posible a sus colaboradores. Cuanto más sepan ellos, más comprenderán. Cuanto más comprendan, más se interesarán. Cuanto más se interesen… no van a parar
Las expectativas altas son la llave para alcanzarlo todo