En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos.
La mejor manera de aprender a conocerse a sí mismo es intentar comprender a los demás.
La naturaleza benigna provee de manera que en cualquier parte halles algo que aprender.
Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo.
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices.
El ser humano puede soportar una semana de sed, dos semanas de hambre, muchos años sin techo, pero no puede soportar la soledad.
El guerrero de la luz se zambulle sin vacilar en el río de las pasiones que siempre corre por su vida.
No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
Lo difícil atrae, lo imposible seduce, lo complicado asusta, lo extremadamente complicado enamora.